Éstas son las ideas que vamos a repasar hoy:
1. (77) Tengo derecho a los milagros.
Tengo derecho a los milagros porque no me gobiernan otras leyes que las de Dios. Sus Leyes me liberan de todos mis resentimientos y los reemplazan con milagros. Aceptaré los milagros en lugar de los resentimientos, los cuales no son sino ilusiones que ocultan los milagros que se encuentran tras ellos. Ahora aceptaré solamente aquello a lo que las Leyes de Dios me dan derecho, de manera que pueda usarlo en beneficio de la función que Él me ha dado.
2. Puedes usar las siguientes sugerencias para las aplicaciones concretas de esta idea:
Detrás de esto hay un milagro al que tengo derecho.
No voy a abrigar ningún resentimiento contra ti, [Nombre], sino que te voy a ofrecer el milagro al que tienes derecho.
Visto correctamente, esto me ofrece un milagro.
3. (78) ¡Que los milagros reemplacen todos mis resentimientos!
Mediante esta idea uno mi voluntad a la del Espíritu Santo y percibo las dos cual una sola. Mediante esta idea acepto mi liberación del infierno. Mediante esta idea expreso que estoy dispuesto a que todas mis ilusiones sean reemplazadas por la verdad de acuerdo con el plan de Dios para mi salvación. No haré excepciones ni substituciones. Lo que quiero es todo el Cielo y sólo el Cielo, tal como la Voluntad de Dios ha dispuesto que lo tenga.
4. Las variaciones que pueden resultar útiles a la hora de aplicar concretamente la idea son:
No quiero mantener este resentimiento separado de mi salvación.
[Nombre], dejemos que los milagros reemplacen todos nuestros resentimientos.
Detrás de esto se encuentra el milagro que reemplaza todos mis resentimientos.
REPETICIONES: Una práctica larga de 15 minutos aproximadamente. En la práctica larga comienza pensando en las ideas correspondientes a ese día así como en los comentarios que las acompañan. Dedica tres o cuatro minutos a leerlos lentamente, varias veces si así lo deseas, y luego cierra los ojos y escucha. Si notas que tu mente divaga, repite la primera fase del ejercicio, pero trata de pasar la mayor parte del tiempo escuchando sosegadamente aunque con mucha atención. Hay un mensaje esperándote. Confía en que lo vas a recibir. Recuerda que es para ti y que quieres recibirlo.
Prácticas cortas frecuentes. La primera parte del día se dedicará a una de estas ideas, y la segunda parte a la otra. Usa la idea en su forma original para las aplicaciones generales, y variaciones más específicas cuando sea necesario. En los comentarios que siguen a las ideas se incluyen algunas variaciones específicas. Éstas son, no obstante, meras sugerencias. No son las palabras en sí que utilices lo que realmente importa.
Lección 89 de Un Curso de Milagros