Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(127) No hay otro amor que el de Dios.
(128) El mundo que veo no me ofrece nada que yo desee.
REPETICIONES: Dos prácticas largas al despertar y antes de irte a dormir. Y prácticas cortas cada hora, en las que repetiremos cada hora la idea central del repaso “Mi mente alberga solo lo que pienso con Dios”, y luego repetiremos las dos ideas correspondientes a ese día sin ninguna sensación de premura, con tiempo suficiente para que puedas ver los regalos que contienen para ti, y deja que se reciban allí donde se dispuso que se recibieran.
Puedes consultar el texto de la Introducción al Cuarto repaso AQUÍ
Lección 144 de Un Curso de Milagros